domingo, 9 de agosto de 2009


La niñez como no recordarla, tan inocente tan pura, que de mi paladar salían mariposas hacia los juegos tan puros y alegres, juegos de niños, rizas a carcajadas llenas de vitalidad como si el ultimo viento del día me escuchara, como si las nubes se rieran junto a mi, esos días en los que hable sola aun así disfrutaba cada momento de mi vida. Imaginación era lo que necesitaba para pasar los días y las horas o tal ves una muñeca hermosa, o tan solo un poco de tierra con agua para hacer las comidas mas exquisitas que jamás nuca nadie en el planeta conocería. Ricos de felicidad fueron momentos en los que el sol me alumbraba todo mi maravilloso mundo todo lo que mi imaginación podía soñar existía, tan solo yo era parte de todo mi mundo de colores, música, imágenes, voces, amigos, todo lo que yo mas quería podía tenerlo. Juegos en mi plaza donde el pasto era de muy suave y los árboles eran tan grandes que pasaban las nubes, princesas no¡ solo yo era piratas, vándalos que robaban tesoros de madera para hacer mas barcos que llegara al cielo mas azul que ni mi imaginación veía. Bailes que me hacían volar hacia lo desconocido, en mi imaginación permanecen cosas inexplicables, en mi corazón hay latidos que me dicen que algún día volveré a ser niña, será posible? El respiro de mis pulmones me recuerdan esos días agotadores en los que llegue a los brazos de esa persona que admiraba mis juegos y rizas. Mi mira era tan solo de ternura y aliento de seguir una vida larga y prospera, tantos días que pase de juegos y de aprendizaje, árboles que me acurrucaron entre sus ramas que me llevaron mas cerca del cielo veía la ciudad desde una rama que me mecía como mi madre con sus brazos, al bajar era tan solo un punto mas en el universo.
Vueltas, vuelta, vueltas, y mal vueltas, daba mirando hacia el cielo y las nubes me abandonaba y caían las estrellas. Llanto, jamás, solo cuando no podía sentir el aire fresco, o el calor que me tostaba negrita, o la lluvia que me mojaba todita, o el frío que me ponía la piel de gallinita. Una Sonrisa tenia marcada en mis labios como payaso de circo alocado, pelito de niña hermosa al viento que vuela como seda en el mar, ojos que penetra de ternura y cariño, voz de humildad que no permite un no, ágil e inteligente como delfín en el mar. Amistad con lo inimaginable, sol, aire, tierra, noche, agua, pasto, hojas, árboles, animales, todo era maravilloso, carreras con los caracoles que jamás avanzan, así jamás el tiempo avanzaría, saltos con las rocas así jamás terminaría, alcanzar el cielo que por mas estirarse jamás tocaba. Gotas que me acariciaba como el llanto de mamá cuando no quería que el sol viese su hermosura, pilliscones en las mejillas era como un clavo en un pie. Dios no sabría quien era pero era el que me podía enseñar a volar. Mi dios era mi imaginación.


Daniela peña
Chilena

1 comentario:

  1. La niñez siempre estará en nuestro corazón Dani...
    También yo jugaba con agua y barro a hacer las comiditas y con las muñecas y soñaba con hadas y piratas... Cuando tenés una buena imaginación podés seguir soñando... y esa niña seguirá viviendo en tu corazón... y mientras así sea, no perderás la inocencia y aunque los años pasen y la vida se vuelva dura... esos recuerdos, esas fantasías, esos sueños harán la vida más alegre...
    Nunca dejes de soñar, de imaginar de volar...
    Un beso

    ResponderEliminar